El cáñamo es una especie de planta milenaria muy versátil que se ha utilizado para la producción de diferentes productos orgánicos; uno de los que está ganando mayor popularidad es la producción de CBD. En este artículo te explicamos lo que conlleva el cultivo del cáñamo y las regulaciones que deben seguirse.
Principios fundamentales del cultivo de cáñamo para la producción de CBD
Los productos de CBD por lo general se fabrican utilizando una cepa de Cannabis Sativa conocida como cáñamo o cáñamo industrial. Esta no debe confundirse con la planta de la marihuana, ya que, si bien son de la misma especie, son cepas diferentes.
¿Por qué es importante diferenciar estas cepas? Porque las regulaciones actuales no permiten el cultivo, compra o venta de marihuana dado su alto contenido de THC; este es un componente psicoactivo de dicha planta que genera dependencia y se utiliza con fines recreativos.
Por otro lado, el cáñamo industrial tiene una cantidad muy baja de THC (menos del 0.3%) y a su vez es más alto en cannabidiol. En España es legal el cultivo de cáñamo para la fabricación de CBD productos destinados a la cosmética y otros rubros.
Aun así, existen ciertas regulaciones que deben tenerse en cuenta en el cultivo de cáñamo para la producción de CBD.
Por ejemplo, se debe poseer una licencia previa de la Asociación Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS); esto en caso de que los productos estén destinados para uso terapéutico, no se requerirá licencias para la fabricación industrial de textiles o de granos.
Pero independientemente de la licencia de la AEMPS, es muy importante saber que no se puede cultivar cualquier especie de cannabis.
Más bien, se deberá cultivar únicamente las especies de semillas que estén certificadas por la UE para apegarse al marco legal vigente. Actualmente existen más de 50 especies a elegir dentro del catálogo de cultivos certificados.
Una vez cumplidas con estos principios fundamentales podrás comenzar con la producción de cáñamo.
¿Cómo se cultiva el cáñamo para extraer CBD?
El cáñamo es una planta sencilla de cultivar gracias a su rendimiento y resistencia. Es capaz de crecer en prácticamente cualquier lugar y en distintos tipos de terreno; lo que facilita y abarata los costos del cultivo.
Aun así, es bueno conocer las condiciones más favorables para que el cáñamo prospere y produzca CBD de alta calidad.
A continuación, repasaremos algunos aspectos:
Tipo de terreno
Si bien la producción de cáñamo puede darse en cualquier lugar, la planta requiere de suelos profundos dónde pueda extender sus raíces principales y secundarias en busca de nutrientes.
Los suelos no deberán ser demasiado compactos o áridos, su pH no debe ser menor a 5. Por otro lado, los suelos arcillosos no son los más adecuados para el cultivo de cáñamo, pero sí deberían tener al menos 15% de arena.
Si el terreno tiene una cantidad suficiente de materia orgánica (por sobre el 2%) la planta crecerá más rápido.
Factores climatológicos
Aunque el cáñamo puede cultivarse en numerosos climas, el cannabis sativa se da mejor en lugares cálidos o templados.
La temperatura ideal para la siembra de cáñamo ronda entre los 17 y 25 grados Celsius; nunca debe ser menor a 12 grados, por eso no se recomienda su cultivo en los meses fríos o cuando hay riesgo de heladas.
Se requerirán al menos de 1500 a 3000 m3 de agua para un desarrollo óptimo de la planta durante todo su cultivo.
En zonas secas puede controlarse el regado de la planta con atención. Se hace de la siguiente forma: el primer riego se hace después de sembrar las semillas, y luego en intervalos de 15 días hasta la floración.
Maduración y floración
El cannabis se caracteriza por ser una planta que cuenta con un ciclo vegetativo de 90 días en interiores, y 150 en exteriores.
Se requieren aproximadamente 170 días para que la semilla sembrada se convierta en un ejemplar maduro de cáñamo.
Esta planta tiene especies macho y especies hembra. Esto es importante porque, aunque ambas especies producen flores, solo las flores hembras son altas en cannabinoides, flavonoides y terpenos; mientras que la flor macho tiene una concentración más baja de ellos.
Por lo tanto, la producción de CBD se realiza con la flor hembra, aunque la planta macho sirve para polinizar a las anteriores.
La mayor cantidad de cannabinoides (entre ellos el CBD) se encuentra en los cogollos y flores de la planta; las hojas también contienen este componente, aunque en menor cantidad.
Los cogollos se utilizan para extraer el CBD mediante el proceso llamado descarboxilación. Este permite separar el CBD de la materia vegetal, y la extracción del concentrado de cannabidiol se puede hacer con aceites, disolventes químicos o C0².
CBD España: ¿Qué productos pueden encontrarse y cómo adquirirlos?
Hasta ahora hemos abarcado todo lo referente al cultivo del cannabis, así como la producción de CBD. Ahora bien, una vez hemos extraído el cannabidiol de la planta, ¿qué productos pueden fabricarse a partir de dicho extracto?
Con los cogollos y flores puede fabricarse resina de muy alta calidad rica en CBD. También pueden crearse aceites de CBD, ya sean de amplio espectro que contienen otros cannabinoides, o aislados de cannabidiol.
Estos aceites y resinas también se utilizan para la fabricación de cremas, pomadas y otros productos orgánicos de uso cosmético.
La calidad y pureza de estos productos dependerá del tipo de cultivo, y el método de extracción del CBD.
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